SÓFOCLES

Nació en Colono el 497 a.C., demo ateniense, honrado por el poeta en su última obra, Edipo en Colono. Y murió el 405 a.C.

La posición desahogada de su familia le permitió recibir una educación esmerada. Su padre, Sífilo, poseía un taller de fabricación de armas.

Tuvo como maestro de música a Lampro. Su formación musical le permitió componer la música de sus tragedias, que adaptaba a la letra de éstas, en contraposición a Eurípides, que en sus coros prefería el canto por el canto.

Por el contrario, su voz, un tanto débil, no le permitió, como era costumbre en su tiempo, representar un papel en sus propias obras.

Durante la guerra Samia, el éxito de su Antígona favoreció la elección de Sófocles como estratego, cargo que ejerció con Pericles.

Ostentó algún título sacerdotal. Tenía fama de hombre muy piadoso. Había contribuido a introducir en Atenas, el año 420 a.C., el culto de Esculapio, dios de la medicina, traído de su santuario de Epidauro.

Participó activamente en la vida política de Atenas, en la que ocupó cargos importantes.

El año 443/2 a.C. fue helenotamia, es decir, administrador del tesoro de la confederación ática.

Al estallar esta guerra contra Samos, llegó, al mando de una pequeña flota, a Quíos y Lesbos, en misión más diplomática que militar, en busca de refuerzos.

Tras el fracaso de la expedición de Alcibíades a Sicilia, Sófocles fue miembro, el año 413/11 a.C. del supremo consejo de los Diez Probulos.

Sófocles manifestó siempre un gran respeto a la tradición legada por los antepasados, lo cual no fue un obstáculo para el desarrollo de sus ansias de progreso. Representa la armonía entre la tradición y la novedad.

Se le atribuyen las siguientes frases: "Esquilo acierta sin darse cuenta"; "Eurípides representa a los hombres como son; yo, como deben ser".

Él mismo decía que al principio había tratado de emular la pompa y magnificencia de Esquilo; luego, logró una originalidad propia, no exenta de cierta rudeza; y finalmente alcanzó un estilo más sencillo, por haber imitado más adecuadamente la naturaleza humana.

El año 468 a.C., a los 28 de edad, en el primer concurso de tragedias en que tomó parte, venció a Esquilo, con su tragedia Triptólemo.

Participó en treinta concursos trágicos, en los que obtuvo 18 primeros premios y seis victorias en las fiestas Leneas.

Frente a los temas míticos tratados por Esquilo, en las tragedias de Sófocles se humaniza la acción y, por vez primera, vemos en escena padres que conviven con sus hijos, como lo harían en la vida real, hermanos y hermanas, maridos y esposas... Incluso se pintan sentimientos amorosos. Sus obras son la representación de la vida diaria.

Disminuye en ellas la intervención de los dioses en los asuntos humanos. Espíritu sanamente conservador, Sófocles acepta la religión existente, sin rebelarse contra ella, como Eurípides, pero sin convertirla en centro de sus obras, como Esquilo, que está obsesionado por la idea de la inexorable justicia divina sobre las acciones humanas.

Entre el hombre y la divinidad no ve Sófocles unas relaciones de consonancia, como aparecen en Esquilo, ni de disonancia, como se plantean en Eurípides, sino el sentimiento de que el hombre no es nada sin los dioses.

En Antígona condena como necias e irreligiosas las teorías de los sofistas. En esta obra y en Áyax triunfa Dike, la justicia.

El número de los coreutas pasó de 12 a 15. Esto permitió la división del coro en dos semicoros de siete coreutas cada uno y un asistente; además, el corifeo podía intervenir con más facilidad en el diálogo de los actores.

Al mismo tiempo redujo el canto coral, que convirtió al coro en "el espectador ideal" o en portavoz de las ideas del poeta.

Añadió un tercer actor. Esto permitía que actuasen a la vez en escena tres personajes, añadiendo al drama más complejidad y variedad (Edipo, Yocasta y Creonte, en Edipo Rey,...).

Inició la composición de dramas independientes, es decir, libres del vínculo de la tetralogía. Sófocles fue el primero que presentó en los concursos tres dramas independientes entre sí, con argumentos distintos.

Continuó el progreso de la decoración y la escenografía. Un bastón blanco ayudaba a mantener el equilibrio de los actores, que caminaban sobre coturnos de suela muy gruesa.

En cuanto a la música, adoptó el modo musical frigio. Todo ello contribuía a dar al espectáculo color, sonido y movimiento.

La introducción del deus ex machina, que resolvía una situación complicada, era en esta época una innovación muy apreciada por los espectadores.

Las traquinias, Antígona, Áyax, Edipo Rey, Electra, Filoctetes, Edipo en Colono.